LAS PUERTAS DE JERUSALÉN
Segundo Viaje de intercesión a Israel 2015
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
Este año nuevamente intentaremos realizar nuestro segundo viaje de intercesión en Israel, y perseveraremos en nuestro objetivo y misión de orar en las ocho (8) puertas de Jerusalén, ciudad a la que el Señor me ha dirigido nuevamente a ir a orar para la salvación y restauración de Israel (Rom. 9:1-5; 10:1-4) y para bendición de todas las naciones (Rom. 11:11-16).
Como algunos lectores de este blog recordarán en el año 2009 oramos en la ciudad de Granada, España; en el 2010 oramos en la ciudad de Roma, Italia; en el 2011 oramos en la ciudad de Atenas, Grecia; y en el 2012, oramos también en la ciudad de Jerusalén, en Israel, cerrando así el ciclo de intercesión en las Cuatro Puertas antiguas de influencia mundial.
Y he llamado este Segundo viaje "A las Puertas de Jerusalén", pues el año 5774 (2014), fue el Año de la Puerta, y lamentablemente no pudimos hacer este viaje en ese año. Pero, si Dios lo permite, iremos este año 5775 (2015), que es el año del Espíritu, y oraremos en las ocho puertas de la ciudad y oraremos por la paz, la salvación y la total restauración de sus pobladores. Desde Jerusalén el Rey de los cielos salió y subió a Su trono de gloria, y a Jerusalén regresará nuevamente a entrar y establecer Su reino en toda la creación. Ninguna otra ciudad tiene semejante historia y promesa; y ningún otro hombre dijo de sí mismo que fuera "la Puerta del cielo" como lo hizo nuestro Señor Jesucristo (Jn. 10:1-9; 14:6). Tanto esta ciudad como el Salvador están unidos espiritualmente por toda la eternidad, desde los tiempos de Abraham hasta el presente y por los siglos, y Él no regresará hasta que se produzca la total restauración del pueblo de Israel, tal como es profetizada en Joel 2:28-32:
"Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová."
Y en la carta del apóstol Pablo a los Romanos 10:1-3; 11:11-15:
"Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree."
"Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.
Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?
Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.
Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?"
Cuenta la leyenda que una noche, el sultán Suleimán el Magnífico (que gobernó el imperio Otomano en el siglo XVI d.C.) tuvo una pesadilla en la que era atacado por varios leones que trataban de devorarle.
Al despertarse, debatió con sus asesores el origen del mal sueño, y uno de ellos interpretó que las bestias le atacaban porque no había protegido suficientemente la ciudad santa. El sultán tuvo entonces claro lo que tenía que hacer y ordenó construir la muralla que a día de hoy envuelve la ciudad vieja.
Suleimán construyó sus murallas siguiendo aproximadamente el recorrido de las que levantaron los romanos en el siglo I a.C., que tenían sólo cuatro puertas de acceso orientadas hacia cada uno de los puntos cardinales.
"Podía haber construido unas murallas más fuertes, más anchas, con sitio para colocar cañones, pero no lo hizo, utilizó otro tipo de construcción, más estética: eso nos hace pensar que no se levantaron sólo para proteger Jerusalén, sino también para hacer de la ciudad un símbolo", explica el arqueólogo palestino Taufiq Deadle, de la Universidad de Jerusalén.
Cohen explica que "en el este de la muralla hay una tumba con dos sombreros y se dice que ahí están enterrados los dos arquitectos, a los que el sultán mandó cortar la cabeza para que nadie pudiera copiar unas murallas tan bellas".
Esta Puerta es también conocida como la Puerta de la Vida Eterna, se trata sin duda de la más interesante de las ocho puertas de Jerusalén. Es la única que permanece cerrada desde que en 1541 Solimán el Magnífico la mandase a sellar para impedir el acceso al Mesías, que según la tradición judío-cristiana debe entrar por ella el Día del Juicio Final. Y para dificultar todavía más las cosas, en su exterior se encuentra un cementerio musulmán.
Puertas del cielo
Cuatro Puertas Antiguas I
Jerusalén, Puerta del cielo
La Puerta de Jerusalén
5774: El Año de la Puerta
Segundo Viaje de intercesión a Israel 2015
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
Este año nuevamente intentaremos realizar nuestro segundo viaje de intercesión en Israel, y perseveraremos en nuestro objetivo y misión de orar en las ocho (8) puertas de Jerusalén, ciudad a la que el Señor me ha dirigido nuevamente a ir a orar para la salvación y restauración de Israel (Rom. 9:1-5; 10:1-4) y para bendición de todas las naciones (Rom. 11:11-16).
Como algunos lectores de este blog recordarán en el año 2009 oramos en la ciudad de Granada, España; en el 2010 oramos en la ciudad de Roma, Italia; en el 2011 oramos en la ciudad de Atenas, Grecia; y en el 2012, oramos también en la ciudad de Jerusalén, en Israel, cerrando así el ciclo de intercesión en las Cuatro Puertas antiguas de influencia mundial.
Y he llamado este Segundo viaje "A las Puertas de Jerusalén", pues el año 5774 (2014), fue el Año de la Puerta, y lamentablemente no pudimos hacer este viaje en ese año. Pero, si Dios lo permite, iremos este año 5775 (2015), que es el año del Espíritu, y oraremos en las ocho puertas de la ciudad y oraremos por la paz, la salvación y la total restauración de sus pobladores. Desde Jerusalén el Rey de los cielos salió y subió a Su trono de gloria, y a Jerusalén regresará nuevamente a entrar y establecer Su reino en toda la creación. Ninguna otra ciudad tiene semejante historia y promesa; y ningún otro hombre dijo de sí mismo que fuera "la Puerta del cielo" como lo hizo nuestro Señor Jesucristo (Jn. 10:1-9; 14:6). Tanto esta ciudad como el Salvador están unidos espiritualmente por toda la eternidad, desde los tiempos de Abraham hasta el presente y por los siglos, y Él no regresará hasta que se produzca la total restauración del pueblo de Israel, tal como es profetizada en Joel 2:28-32:
"Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová."
Y en la carta del apóstol Pablo a los Romanos 10:1-3; 11:11-15:
"Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree."
Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?
Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.
Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?"
Al igual que el apóstol Pablo yo oro intensamente, pues quiero ver la salvación y la restauración total del pueblo de Israel; pues si su transgresión y caída ha resultado en la salvación y riqueza de los gentiles (naciones), no puedo imaginar lo que significará su total y plena restauración en nuestros días. ¡Yo lo percibo que serán días gloriosos y poderosos! Pablo lo describe como "vida entre los muertos", o sea el poder de la resurrección manifestándose en gran manera, mientras continuamos con el proceso de evangelización mundial hasta que nuestro Señor regrese (Ap. 11:3-6; Mt. 24:13-14).
¡En el año del Espíritu, oraremos en las puertas de Jerusalén, para que veamos pronto un Segundo derramamiento del Espíritu sobre los judíos de Jerusalén, en toda Israel y en todas las naciones!
SU HISTORIA
Las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén construidas a principios del s. XVI por el sultán turco Suleimán el Magnífico, tienen ocho puertas. Todas menos una de ellas (la Puerta de la Misericordia) siguen en uso y los habitantes de la ciudad y sus visitantes las atraviesan por miles para llegar a sus mercados, lugares santos y enclaves históricos. Cuenta la leyenda que una noche, el sultán Suleimán el Magnífico (que gobernó el imperio Otomano en el siglo XVI d.C.) tuvo una pesadilla en la que era atacado por varios leones que trataban de devorarle.
Al despertarse, debatió con sus asesores el origen del mal sueño, y uno de ellos interpretó que las bestias le atacaban porque no había protegido suficientemente la ciudad santa. El sultán tuvo entonces claro lo que tenía que hacer y ordenó construir la muralla que a día de hoy envuelve la ciudad vieja.
Suleimán construyó sus murallas siguiendo aproximadamente el recorrido de las que levantaron los romanos en el siglo I a.C., que tenían sólo cuatro puertas de acceso orientadas hacia cada uno de los puntos cardinales.
"Podía haber construido unas murallas más fuertes, más anchas, con sitio para colocar cañones, pero no lo hizo, utilizó otro tipo de construcción, más estética: eso nos hace pensar que no se levantaron sólo para proteger Jerusalén, sino también para hacer de la ciudad un símbolo", explica el arqueólogo palestino Taufiq Deadle, de la Universidad de Jerusalén.
Cohen explica que "en el este de la muralla hay una tumba con dos sombreros y se dice que ahí están enterrados los dos arquitectos, a los que el sultán mandó cortar la cabeza para que nadie pudiera copiar unas murallas tan bellas".
LAS PUERTAS
Puerta de Sión: esta puerta, que lleva el nombre bíblico más antiguo de Jerusalén en hebreo y otros idiomas, en árabe recibe el nombre de Puerta del Profeta David, porque la Tumba del Rey David, en el contiguo Monte Sión, se encuentra solo a unos pasos. La Puerta de Sión lleva directamente a los barrios armenio y judío.
Está situada en la muralla sur, es la última de las cuatro puertas principales de la ciudad vieja de Jerusalén. Llamada así por el Monte Sión que se encuentra justo enfrente, es conocida por los árabes como Puerta de David al creerse que la tumba del profeta está cerca. Por ella se accede a los barrios armenio y judío.
Está situada en la muralla sur, es la última de las cuatro puertas principales de la ciudad vieja de Jerusalén. Llamada así por el Monte Sión que se encuentra justo enfrente, es conocida por los árabes como Puerta de David al creerse que la tumba del profeta está cerca. Por ella se accede a los barrios armenio y judío.
Puerta de la Basura: o del Estiercol (Muladar), o de los Desperdicios. Su desafortunado nombre se debe a que en sus orígenes era la puerta que servía para sacar la basura de la ciudad. Aunque no destaque por su tamaño ni por su belleza, se ve muy transitada al ser la forma más rápida de llegar al Muro de las Lamentaciones y a la Explanada de las Mezquitas.
El nombre inusual de esta puerta se deriva de los residuos que se vertían aquí en tiempos antiguos, cuando los vientos predominantes se llevaban los malos olores. En Nehemías 2:13 se menciona una Puerta de las basuras que probablemente se encontraba cerca de esta. Esta puerta lleva directamente al Muro Occidental y al Parque Arqueológico del Muro sur.
Puerta Dorada: esta puerta ubicada en el muro oriental del Monte del Templo posiblemente sea la más conocida de todas. También se la denomina Puerta de la Misericordia o Puerta del Este, lleva varios siglos sellada y se dice que está a la espera de un milagro cuando el Mesías regrese y resuciten los muertos.
Esta Puerta es también conocida como la Puerta de la Vida Eterna, se trata sin duda de la más interesante de las ocho puertas de Jerusalén. Es la única que permanece cerrada desde que en 1541 Solimán el Magnífico la mandase a sellar para impedir el acceso al Mesías, que según la tradición judío-cristiana debe entrar por ella el Día del Juicio Final. Y para dificultar todavía más las cosas, en su exterior se encuentra un cementerio musulmán.
Puerta de Los Leones: el nombre de esta puerta se debe a las dos esculturas de animales de aspecto feroz que la flanquean. En realidad son tigres, el símbolo heráldico del sultán Beybars del s. XIII. También se llama Puerta de San Esteban, por el mártir cristiano que, según la tradición, fue lapidado cerca de aquí. La Puerta de los Leones da acceso a las Piscina de Bethesda, a la Vía Dolorosa y a los mercados. Se hizo célebre durante la Guerra de los Seis Días.
Recibe este nombre de los dos bajo-relieve de leones que la flanquean, aunque también es conocida como Puerta de San Esteban porque, según se dice, el santo fue martirizado no muy lejos de ella. Mientras la Puerta Dorada permanece cerrada, se trata del único acceso a la ciudad por su parte este.
Recibe este nombre de los dos bajo-relieve de leones que la flanquean, aunque también es conocida como Puerta de San Esteban porque, según se dice, el santo fue martirizado no muy lejos de ella. Mientras la Puerta Dorada permanece cerrada, se trata del único acceso a la ciudad por su parte este.
Puerta de Herodes: a pesar de su nombre, el renombrado rey judío no tuvo nada que ver con esta puerta. En árabe y hebreo, esta puerta se llama Puerta de las Flores. Mira hacia el norte y da acceso a los mercados de la Ciudad Vieja. Algunos sostienen que el nombre se debe a un rosetón que hay tallado encima de ella. Sin embargo, hay una palabra parecida en árabe que significa “despertar”, que podría referirse al cementerio cercano y a la esperanza de resurrección.
El verdadero nombre de esta puerta en árabe y hebreo es Puerta de las Flores debido a los motivos con forma de rosetas que la adornan. Se encuentra en la misma muralla que la Puerta de Damasco y da acceso al barrio musulmán.
El verdadero nombre de esta puerta en árabe y hebreo es Puerta de las Flores debido a los motivos con forma de rosetas que la adornan. Se encuentra en la misma muralla que la Puerta de Damasco y da acceso al barrio musulmán.
Puerta de Damasco: es la más imponente de las puertas de Jerusalén. También mira al norte y su nombre es en honor de la gran ciudad de la que vinieron, en tiempos, los gobernantes de Jerusalén. Siempre está llena de gente por los bulliciosos mercados que hay en el interior. Debajo de la puerta del s. XVI, los arqueólogos han descubierto parte de la puerta construida por el emperador Adriano en el s. II EC (era común).
La Puerta de Damasco se encuentra en la pared norte de la muralla, apuntando hacia la capital de Siria. Es sin duda la más imponente de las ocho puertas de Jerusalén. Además de su belleza, de ella impresiona el bullicio que la envuelve, al servir de acceso directo al animado zoco del barrio musulmán.
La Puerta de Damasco se encuentra en la pared norte de la muralla, apuntando hacia la capital de Siria. Es sin duda la más imponente de las ocho puertas de Jerusalén. Además de su belleza, de ella impresiona el bullicio que la envuelve, al servir de acceso directo al animado zoco del barrio musulmán.
La Puerta Nueva: es la única entrada a la Ciudad Vieja que no forma parte del diseño original de las murallas del s. XVI. Se abrió en los primeros tiempos del Imperio Otomano para permitir que los peregrinos cristianos accediesen mejor a sus lugares santos situados en el interior de las murallas.
Mientras todas las puertas anteriormente nombradas datan del siglo XVI, la Puerta Nueva tiene la particularidad de haber sido construida en 1887 para facilitar el acceso a los peregrinos que acudían al barrio cristiano. Con el inicio de la guerra árabe-israelí de 1948 la puerta fue sellada y no se abrió de nuevo hasta 1967, cuando Israel ocupó Jerusalén Este.
Mientras todas las puertas anteriormente nombradas datan del siglo XVI, la Puerta Nueva tiene la particularidad de haber sido construida en 1887 para facilitar el acceso a los peregrinos que acudían al barrio cristiano. Con el inicio de la guerra árabe-israelí de 1948 la puerta fue sellada y no se abrió de nuevo hasta 1967, cuando Israel ocupó Jerusalén Este.
Puerta de Jaffa: era el destino de los peregrinos cristianos y judíos que desembarcaban en el puerto de Jaffa, y de aquí su nombre. Entonces como ahora, lleva directamente a los barrios judío y cristiano, así como a las partes más populares del mercado y al Museo de la Torre de David, que fuera la ciudadela de Jerusalén y en la actualidad nos expone su historia.
También llamada Puerta de la Torre de David por su cercanía a esta ciudadela hoy convertida en museo, la Puerta de Jaffa es una de las más transitadas al servir de acceso directo a los barrios cristiano y judío. Situada en la parte occidental de la ciudad, de ella partía la carretera que comunicaba Jerusalén con el puerto de Jaffa, en el Mediterráneo, por lo que era la puerta de entrada de los peregrinos judíos y cristianos que llegaban de Europa. Por eso también era conocida en árabe como Bab El Jalil (Hebrón). Pues de aquí partía la carretera que comunicaba la ciudad santa con el Mediterráneo, desde donde zarpaban los barcos hacia Europa. En un lado del portón se ubicaba una estación de diligencias, donde subían y bajaban los viajeros que iban y venían de la costa.
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Puertas del cielo
Cuatro Puertas Antiguas I
Jerusalén, Puerta del cielo
La Puerta de Jerusalén
5774: El Año de la Puerta
excelente articulo!
ResponderEliminarGracias Maggli! Dios te siga bendiciendo y guiando en todo momento.
ResponderEliminarJESUS DIJO . YO SOY LA PUERTA. DE SEGURO ILUSTRO ESAS PALABRAS POR LA REFERENCIA TAN IMPORTANTE QUE ERAN PARA ELLOS EL TEMA DE LAS PUERTAS. ESPERO IR JUNTO CON MI FAMILIA A ESOS LUGARES.
ResponderEliminarMINISTRO QUIERO FELICITARLE POR TAN BUENA EXPLICACION. ESPERO AL IGUAL QUE USTED PODER DISFRUTAR DE ESAS MARAVILLOSAS ZONAS.
ResponderEliminarToda la historia de estas murallas son fascinantes y llenas de vida, el señor ilumine las mentes de quienes las leen y ven.
ResponderEliminarbuenas tardes, tiene algun costo el viaje y que requisitos debo cumplir para poder asistir somos dos personas gracias Dios les bendiga
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