5 de septiembre de 2011

EL MONTE DE LA PESCA

EL MONTE DE LA PESCA
Segundo monte de intercesión por Granada
Sábado 18 de Abril del 2009
Por Ap. Daniel Guerrero

Monte de la Boca de la Pescá, Granada
Ahora sigamos con las crónicas de las jornadas de intercesión por Granada, que el Señor me dijo que hiciera en el 2008, como preparación mental y espiritual para el ministerio misionero que realizaría, junto con mi equipo, en esa ciudad.

Para esta jornada fui con Alexander, Josué, y otro hermano de la iglesia, ya como una actividad y estrategia para la fundación de la iglesia Comunidad Cristiana Sierra Nevada, que recién comenzábamos en ese mes.  Exactamente seis meses después.

Intentamos comenzar nuestro recorrido por el pueblo de Gójar, ya que la primera vez que el Señor me mostró ese monte fue desde la casa de la familia Cabrera; así que pensé que podríamos iniciar nuestra caminata desde Gójar.  Nos metimos por un cortijo (una pequeña finca) y después de recorrer varios kilómetros, nos dimos cuenta que no sería por ahí.  Luego nos devolvimos y lo intentamos por el pueblo de Dílar e ingresamos hasta la ermita de la virgen de las nieves.  Pero igualmente no sabíamos cómo íbamos a llegar; así que le preguntamos a unos oficiales de una patrulla de la Guardia civil, que pasaba en ese momento, cómo llegar al monte, pues tampoco sabíamos su nombre.  Uno de ellos nos dio el nombre, pero no lo captamos claramente y nos dijo cómo llegar rápido por la vía del pueblo de la Zubia.

Así que, nos devolvimos y nos dirigimos hacia la Zubía, camino arriba hacia el parque Cumbres verdes, al final donde hay un mirador o paradero para los ciclistas y senderistas.  Caminamos un largo trecho hasta llegar a la cima, donde entendíamos el Señor quería que oráramos por la ciudad.  Fue una caminata exigente, pues la topografía es irregular y bastante elevada.  Pero con todo proseguimos.  En el recorrido, el Señor me indicaba en mi mente, que no nos ciñéramos solamente al camino conocido, sino que estuviéramos dispuestos a tomar nuevos caminos; pues Él quería hacer algo nuevo y teníamos que estar dispuestos a seguir Sus instrucciones y dirección.

La flecha señala donde yo estaba
Ya casi para llegar, sentí que el Señor quería darme otra dirección, así que me retrasé un poco, esperando en Él.  Pero en eso, los otros tres compañeros llegaron primero al lugar donde se encuentra una pequeña cabaña o garita.  Y antes de proseguir el Señor me dijo que tomara otro camino, lo cual hice, pero esa acción me dejó con pocas fuerzas; así que me senté a descansar.  Mientras descansaba, el Señor me indicaba que era el monte de al lado donde debíamos ir y no al otro, a donde habían llegado Pierre, Alexander y Josué.  Así que les hice señas que teníamos que ir al otro.  Mientras yo subía el otro monte solo, los compañeros estaban descansando y tomando fotos a su alrededor.

Nos reunimos y compartí con el grupo, lo que entendía que el Señor me había dicho y lo que quería que hiciéramos.  Y meditamos en Lucas 5:1-11, que relata la pesca milagrosa.  Ahí pudimos ver que los discípulos, que eran pescadores de oficio con mucha experiencia, habían estado toda la noche pescando y no habían logrado capturar ningún pez.  El Señor se les apareció y les dio instrucciones de dónde pescar y ellos le obedecieron (aunque no le veían lógica a la orden del Maestro).  Así que, entendimos que el Señor quiere hacer lo mismo con nosotros, su iglesia, para que podamos obtener una gran pesca de almas en la ciudad de Granada.

Vista de Granada desde el Monte de las Pesca
Comprendimos por la Palabra, que la pesca que el Señor quiere que hagamos en Granada y España tendrá que hacerse bajo Su dirección, siguiendo Sus instrucciones, sin que dependamos de nuestro propio conocimiento, lógica, experiencia ni habilidades.

Captado esto, nos paramos y comenzamos a alabar a Dios por Su gracia y fidelidad al guiarnos en tal particular manera y de forma específica; luego oramos por nosotros, como iglesia, para que Él nos ayudara a oírle, seguirle y obedecerle en todo lo que Él nos indique.  Después hicimos intercesión a favor de la ciudad de Granada, y oramos desatando la bendición de Dios sobre la ciudad y clamando por una pesca milagrosa en este lugar; y para que el Señor bendijera grandemente a Su pueblo y a Su iglesia en la ciudad.  Así que, decidimos bautizar ese monte como "el Monte de la Pesca".

Luego que terminamos, cantamos la canción “Dios no nos trajo hasta aquí para volver atrás” y en ese tiempo de descanso y reflexión, caímos en cuenta que los cuatros dominamos cuatro diferentes idiomas, que son de particular importancia en la historia de esa ciudad: Pierre habla alemán (Alemania, idioma seguramente hablado por Carlos V), Alexander habla italiano (Italia), Josué habla inglés (USA) y yo español, idioma oficial de España, específicamente del reino de Castilla, de donde era Isabel I, la católica.  Así que, nos propusimos que en una próxima visita subiríamos para hacer una declaración liberadora por la salvación de Granada, en esos cuatro idiomas simultáneamente.

Garita de la cima del 
Cerro de la Boca de la Pescá, Granada
Y bajamos con la incógnita de cómo se llamaba el monte; así que al llegar a casa, entré en Internet y busqué los posibles nombres relacionados con “pescado, pesca o pez”, ya que eso era lo único que recordábamos.  ¡Y sorpresa!  Encontré en un blog de ciclismo de Granada, que el monte se llamaba “cerro boca de la pescá” (ver foto arriba) y nosotros sin saberlo habíamos declarado arriba, que ese monte sería conocido como “el monte de la pesca”, basados en Lucas 5:1-11.  Aunque fue el otro, donde no se encuentra la cabañita, desde el cual hicimos las oraciones de intercesión y bendición.


Ahora prosigamos con el tercer monte, el monte de la Fortaleza...



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