7 de octubre de 2011

LA RUTA DE LAS FORTALEZAS II

LA RUTA DE LAS FORTALEZAS Parte II
24 de Octubre del 2009
Por apóstol Daniel Guerrero


Vista aérea del Palacio de Carlos V en la Al-hambra
En la Primera parte de este tema sobre la Ruta de las Fortalezas, compartí una breve referencia histórica de cada lugar para que tengamos una idea del devenir histórico y la relevancia o rol que cada sitio ha jugado en el desarrollo de lo que hoy conocemos como la ciudad de Granada, y aún España.

Ahora en esta Segunda parte quiero compartir un breve estudio que nos ayude a definir qué es una fortaleza espiritual, y veamos la importancia de las fortalezas, y la necesidad de derribarlas para proclamar efectivamente el Evangelio del reino de Dios en un lugar.

La Biblia nos enseña claramente a través del apóstol Pablo que:
"Pues aunque andamos en la carne,
no militamos según la carne; 
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez
que se levanta contra el conocimiento de Dios,
y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo".
2Corintios 10:3-5

Observemos que el apóstol repite la palabra milicia: "que no militamos según la carne" y que "las armas de nuestra milicia no son carnales". Y si buscamos en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define "militar" (latin: militàre) de esta manera:
1. Servir en la guerra
2. Perteneciente o relativo a la milicia o a la guerra, por contraposición a civil

Es decir, nuestra lucha, es una lucha de carácter espiritual e involucra acciones de guerra; y así Pablo lo vuelve a afirmar en Efesios 6:12.

Pero lamentablemente, por la influencia del espíritu de Grecia dentro de la Iglesia, ésta ha perdido su noción sobrenatural de la vida cristiana y ha optado, bajo la influencia de la falsa profecía griega, por una noción mas bien racional, lógica y humanista del mundo y la vida cristiana, lo cual la ha debilitado y la ha hecho inoperante para tratar los asuntos espirituales y enfrentar con efectividad la tarea de proclamar con poder el Evangelio del reino de Dios, que por el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo siempre implicó e implica enfrentar al enemigo con la poderosa verdad de la Palabra de Dios y de Su Santo Espíritu (Lc. 4:1-41; 9:1-2; 10:1-9, 17-20; 11:20-23) y nos dejó un principio y ley de reino que hacemos bien en prestarle mayor atención, pues Él mismo la practicó al iniciar su propio ministerio (Lc. 4:4-15):
"Ninguno puede entrar a la casa de un hombre fuerte 
y saquear sus bienes, si antes no le ata,
y entonces podrá saquear su casa".
Marcos 3:27
En el Evangelio de Lucas está más ampliado y dice:
"Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio,
en paz está lo que posee.
Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence,
le quita todas sus armas en que confiaba,
y reparte el botín".
Lucas 11:21-22
Vimos arriba, que Pablo enseña que las fortalezas espirituales operan en las mentes de las personas, en la mente de los pobladores de un lugar, nación o región.  Que estas fortalezas espirituales se manifiestan como "argumentos" y "altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios".  Y uniendo el pensamiento de Pablo y el de Jesús, nuestro objetivo sería "atar" o "llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo".  Y precisamente nuestro Señor nos ha dado autoridad y poder (Mt. 10:1, 5-8; 28:18-20) para operar en ambos mundos, tanto en el espiritual como en el terrenal, cuando nos enseña que:
"De cierto os digo que
todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo;
y todo lo que desatéis en la tierra, será atado en el cielo".
Mateo 18:18
Y el apóstol Pablo también nos enseña que tenemos autoridad sobre toda fuerza del reino de las tinieblas y todos nuestros enemigos están bajo nuestros pies (Efesios 1:15-23).  Ayer como hoy necesitamos revelación, que los ojos de nuestro entendimiento sean abiertos para que conozcamos, entendamos y apliquemos la autoridad y poder que tenemos en el Nombre del Señor Jesús para la proclamación del Evangelio del reino de Dios.

¿Qué es una fortaleza?  En la antigüedad, como lo hemos visto en la Primera entrega, una fortaleza es una unidad militar, una guarida fortificada para protegerse contra el enemigo, o donde el enemigo se resguarda, protege o defiende su territorio y posesiones (1Sam  23:14,19).  Éstas podían ser de formación natural (montes, peñas, cuevas en las montañas) o hechas por el hombre (torres, castillos, guarniciones).

Con esto en mente, podemos ver que las fortalezas espirituales son realidades espirituales (esquemas mentales, doctrinas, hábitos, costumbres, etc), que están fuertemente protegidas por entidades espirituales, que operan en la mente de los pobladores de cierto lugar.

Pero la Biblia nos enseña que también hay fortalezas en el reino de Dios, de hecho el salmista continuamente describe a Jehová el Señor como su fortaleza, su castillo, su torre, su refugio (Sal. 18:1-2; 27:1; 28:7-8; 31:2; 43:2; 46:1).  También podemos observar que el reino de Dios cuenta con ángeles de alta jerarquía llamados príncipes y con la existencia de millones de millones de ángeles al servicio de Dios y de Sus hijos (Jos. 5:13-15; 2Rey. 6:16-17; Dan. 9:20-22; 10:13, 20-21; Hch. 5:31; Ap. 4:1-11; 5:6-12; 12:7-9; 20:1-3).

¿Cómo operan las fortalezas espirituales?  Podemos observar que como toda fortaleza, los demonios o fuerzas espirituales del reino de las tinieblas operan en dos sentidos:
1.  Como fuente de defensa para proteger lugares, prácticas, hábitos o costumbres impías.  Así los habitantes de un poblado o ciudad serán continuamente tentados con pensamientos que le hagan tener simpatía o participar en prácticas pecaminosas que los lleven a continua opresión o esclavitud mental y espiritual.  Estos pensamientos pueden ser y se manifiestan como: construir altares o templos a ídolos, realizar sacrificios, rituales idolátricos, prácticas de inmoralidad sexual, prostitución idolátrica, procesiones, fiestas dedicadas a un ídolo o espíritu, prácticas inmorales (robo, asesinato, corrupción, injusticia, soborno, violación de las leyes, etc.), pensamientos de incredulidad, depresión, desesperanza, duda, mentira y engaño.
Es decir, una fortaleza espiritual es todo lo que haga que los pobladores crean la mentira de Satanás y sus demonios; y todo lo que impida que la verdad de la Palabra de Dios entre a sus mentes y corazones.
2.  Como entidad de defensa para proteger un territorio y a sus pobladores cautivos.
2.1. El reino de las tinieblas creará o diseñará columnas, tronos, pactos y sistemas de iniquidad con pobladores, por lo regular con autoridades o gobernantes del territorio, pero también con brujos o hechiceros, para mantenerlos bajo esclavitud o control mental y espiritual (Jn. 8:31-47; 2Cor. 10:4-5).
2.2. El reino de las tinieblas atacará todo intento de proclamación del Evangelio que debilite o socave su autoridad y dominio sobre un lugar y sus pobladores.  Por esa razón, ataca a los pastores, evangelistas, intercesores e iglesias para que se amolden a "la forma de pensar del lugar", al pensamiento del mundo, para que caigan en pecado, en temor, en duda o incredulidad, y por lo tanto en esclavitud mental, moral y espiritual (Ro. 12:1-3; 1:13; 15:22-25; Ef. 2:1-10; Col. 3:1-17; 1Tes. 2:13-18).
2.3. El reino de las tinieblas también atacará a los pastores, evangelistas, intercesores e iglesias con medios indirectos usando a personas o circunstancias, tales como enfermedades, persecuciones, acusaciones, acoso, pesadez, temor, debilitamiento mental, emocional y físico; con los objetivos de neutralizarlos, debilitarlos o detenerlos en sus intentos de liberar a las personas e introducirlas en el reino de luz de nuestro Señor Jesucristo (Ro. 13:11-14; Ef. 5:1-20; 1Tes. 5:4-8; 1Pe. 2:9-10; 1Jn. 1:5-10).
Todo lo anterior también es cierto aún en el mismo reino de las tinieblas; es decir, un principado o gobernador de un lugar o territorio no permitirá que otro principado o demonio quiera tomar su territorio (Dn. 8:1-27; 10:12-13, 20; Lc. 11:15-19; 8:26-33 compare con Mt. 8:28-34; Mt 12:43-45).

Conclusión:
Así que, podemos ver a la luz de las Escrituras y de la historia de las naciones, que las fortalezas han sido importantes para la protección y defensa de territorios y sus pobladores; pero que en vista que nuestra lucha es espiritual, al igual que nuestras armas, en el proceso de proclamación del Evangelio del reino de Dios, que siempre será en palabras y obras, debemos prestar atención a las fortalezas espirituales presentes en un lugar, región o nación; debemos identificarlas, exponerlas y derribarlas en el Nombre de Jesús y en el poder de Su Santo Espíritu.

En vista que el reino de las tinieblas opera desde lo oculto, de manera encubierta, parte de nuestra tarea será sacar a la luz las obras de las tinieblas, sus diseños y estratagemas, con los que engaña y oprime espiritual, mental y físicamente a la gente, que están bajo su cobertura o dominio de iniquidad.  También, a manera de contra-ataque, deberemos ser sensibles a la dirección y revelación que el Espíritu del Señor quiera darnos para recibir Su diseño, estrategias y armas para destruir y deshacer toda fortaleza y obra de las tinieblas.

Al exponer a la luz lo oculto y traer la verdad de Dios contra la mentira del diablo, debilitaremos el poder e influencia del reino de las tinieblas sobre las personas y territorios, lo cual facilitará la proclamación del Evangelio y el establecimiento de la Iglesia de Jesucristo.

Este último, es el principal objetivo de este Blog, traer revelación y dirección, para que los intercesores del Señor puedan orar de manera específica, dirigida y efectiva contra las puertas, tronos y fortalezas del reino de las tinieblas en las naciones, de manera que aceleremos la expansión del reino de Dios, la salvación y liberación de las naciones, y preparemos el camino para el regreso de nuestro amado Maestro, Rey y Señor Jesucristo.

¡A Él y solo a Él sea toda gloria, honra y alabanza en Su Iglesia y en todas las naciones!

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