4 de noviembre de 2013

LA PUERTA DE ROMA IV

LA PUERTA DE ROMA IV
La necesidad de una Segunda Reforma II
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero



INTRODUCCIÓN
Arco de Tito, Roma
¡Arribamos a nuestra cuarta entrega sobre la Puerta de Roma!  Y considero que, antes de avanzar en nuestra reflexión, debo hacer un breve resumen de lo que hasta ahora hemos compartido aquí.

En la Primera parte compartí la crónica de nuestro tiempo de intercesión en la "puerta" del Vaticano o entrada a la Basílica de San Pedro.  Puerta que tiene la curiosa figura de un ojo y de una llave...  En ella analizamos el uso de la geometría sagrada presente en sus edificios y la promoción al culto solar (baal representado por el oblelisco) y lunar (representado por la plaza y la basílica).

En la Segunda parte compartí nuestra crónica de intercesión en el Arco de Constantino, cerca del coliseo romano; y analizamos la persona del emperador "cristiano", su legado e influencia en lo que hoy se conoce como la iglesia católica.  E inicié la reflexión sobre la necesidad de Reforma de la Iglesia de Jesucristo, que a partir de este viaje el Señor me ha dirigido a investigar y a publicar.

Y ya en la Tercera parte avanzamos sobre el tema que iniciamos en la Segunda parte: la necesidad de una Segunda Reforma.  Allí compartí que personalmente y para la iglesia que pastoreo, a partir del 2010, después de haber intercedido en la Puerta de Roma, tanto en la Plaza de San Pedro como en el Arco de Constantino, se inició un proceso de descubrimiento, reflexión y meditación en temas que hasta no hace mucho sencillamente nos eran ajenos y poco conocidos.

Decía que el proceso no ha sido fácil y el proceso de descubrimiento y de mayor entendimiento de verdades presentes en las Sagradas Escrituras no terminan de sorprendernos. Pero también, como suele pasar, esto nos ha ocasionado críticas cercanas y lejanas, tanto de pastores como de líderes religiosos, que en su ignorancia y predisposición, perciben en nosotros una amenaza teológica y doctrinal a su forma de pensar, creer y practicar la Fe en Jesucristo.

Pues como hemos visto, no solo se requiere una Reforma del modelo de iglesia que actualmente la Iglesia practica; sino que realmente se requiere un proceso de restauración al modelo que el Señor Jesucristo y Sus apóstoles nos dejaron.

El proceso requiere un giro de 180 grados, pues necesitaremos abandonar el modelo clerical, piramidal, mundano y pagano que heredamos del rey Constantino, sacerdote del dios Mitras (que realmente eso es lo que significa "máximo pontífice", título que él no quiso abandonar) y volvernos de todo corazón al modelo dejado por el Rey Jesús, el Hijo de Dios, Sumo sacerdote del Dios verdadero, Creador de los cielos y de la tierra.  Necesitaremos abandonar las tradiciones, doctrinas y ordenanzas de los ancianos (sean estos católicos,  protestantes y evangélicos) y volvernos de todo corazón, para obedecer lo que realmente enseña la Palabra de Dios, las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, Sus apóstoles y profetas.

DE ROMA A JERUSALÉN
Considero que necesitamos una mayor investigación, más a fondo y panorámica de la historia, para que podamos trazar lo mejor posible el camino que hemos andado y podamos señalar el dónde y cómo nos hemos desviado del diseño y Modelo dejado por nuestro Maestro.

La tarea no será fácil, han pasado más de dos milenios de distorsión histórica, teológica y doctrinal.  Así que, el desafío de restauración no es sólo teológico, sino también histórico.  Esta reconstrucción histórica y teológica, nos permitirá tener una idea más clara de lo que enseñan las Escrituras, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, lo que se ha enseñado y practicado durante todos estos siglos, y lo que pudiéramos ser y hacer hoy como la Iglesia del Señor, siempre fieles a lo que realmente enseñan las Sagradas Escrituras, como parte de nuestro legado como herederos de la Reforma del siglo XVI.

Con ello quiero decir que, considero que la Iglesia ha iniciado un viaje de retorno de Roma a Jerusalén.  Y esta afirmación, como lo he dicho arriba, tiene muchas implicaciones, en lo histórico, teológico, administrativo, organizativo, ministerial y litúrgico.

Por ejemplo, algo que el Señor ya viene restaurando desde comienzos del siglo pasado, son todos los dones y ministerios otorgados por el Espíritu a la Iglesia (1Cor. 12-14).

Restauración de los Ministerios
En la primera Reforma (siglo XVI) pudimos restaurar los ministerios pastorales y de enseñanzas, pues en la iglesia de entonces, prevalecía un tipo de ministerio sacerdotal, más cercano al culto a Mitras y a los dioses paganos del panteón greco-romano, que al sacerdocio al Dios de Israel y a nuestro Señor Jesucristo.  Pero luego en el siglo XVIII el Espíritu comenzó a restaurar con mucha fuerza el ministerio de evangelista, con predicadores ungidos que no solo llamaban a la Iglesia a la santidad y a la piedad, pero también a la proclamación ardiente del Evangelio y a recuperar la pasión por las almas perdidas.  El mayor impacto y alcance de este movimiento de restauración espiritual del ministerio de evangelista lo pudimos observar en la restauración del tema de la evangelización mundial o misiones mundiales lograda a partir de finales de 1700, por el predicador y luego misionero William Carey, en Inglaterra.  Ya para finales del siglo XIX y a comienzos del XX, el fuego fue en aumento y ocurrió el nacimiento del movimiento pentecostal en los Estados Unidos de América, con el cual se inició un proceso de restauración y, literalmente de resurrección, de todos los dones espirituales sobrenaturales o de milagros, lo cual allanó el camino para la restauración del ministerio profético en la segunda mitad del siglo XX y el apostólico a comienzos del siglo XXI.

¡Estamos en tiempos de reforma y restauración!  ¡En alrededor de cinco (5) siglos el Espíritu Santo ha restaurado los dones y ministerios que Él siempre quiso que Su Iglesia experimentara y manifestara!  Porque si somos llamados a ser la manifestación de la vida y ministerio del Cristo resucitado, no podemos menos que vivir y servir en el poder de Su Espíritu, tal cual como Él mismo lo hizo hace 2,000 años atrás, cuando estuvo en la tierra.  ¡Y esta restauración también allanará el camino para la Segunda venida de nuestro Señor Jesucristo!

Retorno del Modelo de Iglesia
Este proceso de "retorno a Jerusalén", que no es otro que el retorno al Modelo de Iglesia diseñado e instaurado por el Rey Jesús (Ef. 4:7-16), tiene que llevarnos al modelo sencillo de la iglesia en casa, o iglesia casera; al modelo plural y horizontal de servicio al Señor y los unos a los otros, o de ministerio como ahora lo llamamos.  Y a la restauración de la estructura fundacional de la iglesia, establecida por medio de los ministerios apostólicos y proféticos, porque el Señor y el Espíritu del Señor no quieren otra cosa que no sea lo que Él estableció en Su Palabra, o sea:
1.- Que seamos "edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.  En Él todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;  en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu." (Ef. 2:20-22)
2.- Que "todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.  Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error;  sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,  de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor." (Ef. 4:13-16)

Retorno al Evangelio del Reino
En este proceso de "retorno a Jerusalén" no podíamos esperar por otro mayor giro: el regreso a la centralidad del Evangelio del reino, tanto en la evangelización como en el discipulado; pues es Su reino el que enfrenta a los poderes y reinos de este mundo, que denuncia las prácticas de injusticia y corrupción de los reyes de la tierra; y este Evangelio allana el camino a la Venida de nuestro Señor, el Rey de las naciones.

Y paralelo a este proceso de reforma y restauración del Evangelio del reino de Dios, no podíamos menos que ver crecer, al mismo tiempo, a la cizaña junto con el trigo.  Paralelo al movimiento del Espíritu de Dios en Su Iglesia y al avance del reino de Dios en las naciones, también hemos podido observar el auge del "misterio de la iniquidad" orquestado por las antiguas y la nuevas versiones de la religiones de misterio (secreto) o gnósticas, tanto judías como griegas, que también estuvieron presentes en el siglo I; pero que ahora han adquirido nuevos nombres como Cábala, Masonería, RosaCruz, Nueva Era, etc. Todas ellas unidas en la agenda del Nuevo Orden Mundial, que atraerá, con astucias y engaños a las naciones bajo el gobierno del Anticristo y las Bestias finales, que serán derrotadas por el Señor en Su Segunda venida.

Y también, tal como en el siglo I, en el proceso de anuncio del Evangelio del reino de Dios hemos visto el auge del movimiento de grupos judaizantes, tanto en sus versiones tolerantes como extremas, que rayan en el anti-cristianismo.  No podemos ignorar que la Fe, el Camino que nos dejó el Maestro, tiene sus raíces en los pactos y promesas dados a nuestros padres en las Escrituras veterotestamentarias; pero eso no significa que tengamos que volver a la esclavitud religiosa y espiritual del Judaísmo.  ¡Por Dios, son dos cosas totalmente diferentes!

Personalmente, me parece maravilloso que un judío, de raza o linaje, que haya encontrado en Jesús (Yeshua) el Mesías (Mashiaj) esperado, se vuelva a una vida y practica judía-mesiánica, tal como lo practicaron los apóstoles y discípulos de Jerusalén en los primeros siglos.  Pero que discípulos gentiles se vuelvan a una vida y práctica judía-mesiánica, rechazando la gracia y las promesas heredadas en Cristo para todas las naciones, me parece, por decir lo menos sencillamente aberrante.  Respeto esta última postura, pero no la comparto; y en especial, no la comparto si ese creyente gentil "judío-mesiánico" comienza a atacar la fe, la gracia, la vida y la libertad que discípulos gentiles hemos encontrado y disfrutamos en nuestro Señor Jesucristo, el Rey de las naciones.

¡El Señor lo profetizó y nos los advirtió: el trigo y la cizaña crecerán simultáneamente! Y no será sino a Su regreso, que Él enviará a Sus ángeles para separar lo uno de lo otro (Mt. 13:24-30).  Así que, no podemos sino prepararnos para enfrentar la oposición interna de aquellos que como "odres viejos" se resisten al "vino nuevo" de la restauración que el Espíritu trae a Su Iglesia, y a la oposición externa de los eternos enemigos de la Fe, que desde su nacimiento han acompañado a la Iglesia de Jesucristo: el gnosticismo, religiones de misterio, los judaizantes, los falsos maestros y los falsos profetas.

Retorno al Tiempo de Dios
Relieve en el Arco de Tito que ilustra la caída del Templo (70 d.C.)
Y por último, y quizás por ahora, en este proceso de reforma y restauración que hemos experimentado en los últimos cinco (5) siglos, también se viene gestando, en por lo menos los últimos treinta años, un proceso de restauración del tiempo de Dios.  Y considero que al tomar en oración a la Puerta de Roma, representada también en el Arco de Tito (monumento que celebra la destrucción del Templo de Jerusalén, en el año 70 d.C.), también se abrió, por lo menos para mí y la iglesia que pastoreo, una puerta de revelación, que nos ha llevado a un mayor y más profundo conocimiento y entendimiento del tiempo de Dios, que podemos encontrar en las Sagradas Escrituras.

Y esto está siendo posible por la restauración que el Espíritu Santo viene haciendo en la Iglesia, por la restauración de los dones espirituales, de los ministerios apostólicos y proféticos y del tema de la guerra espiritual estratégica en las naciones y por las naciones.

Y tal como el Señor me dijo en febrero del 2010, este conocimiento y entendimiento del tiempo de Dios, nos permitirá entender aún más el tiempo y el lenguaje de Dios y lo que Él está por hacer en las naciones en los años venideros.

No se si ya lo vio o hizo la conexión con el ciclo que se está cerrando en este proceso de retorno a Jerusalén, que nos llevará a ser testigos de la Segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.  La restauración del tiempo de Dios nos permitirá estar mejor preparados para interpretar las "señales de los tiempos" y poder discernir e interpretar las acciones que el reino de las tinieblas viene ejecutando entre las naciones.  Y esta restauración del tiempo de Dios nos permitirá, por lo menos a un sector de la Iglesia del Señor, a edificar el puente necesario para la última restauración de los últimos tiempos: la restauración de Israel.

Una de las grandes barreras que los israelitas, hoy llamados en general "judíos", encuentran en nuestra práctica de adoración al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, es nuestra mezcla de rituales y festividades paganas, que hemos heredado, como hemos visto en otras entregas, de Roma, Grecia y Babilonia.  Dios está levantado a un sector de Su Iglesia, sensible a Su Voz y "a lo que el Espíritu dice a las iglesias", para que sea más sensible a las raíces hebreas de nuestra Fe, sin caer en prácticas judío-mesiánicas, y podamos compartir el Evangelio del reino de una manera más sensible y pertinente espiritualmente a la cultura judía de nuestros días.  ¡Y el entendimiento del tiempo de Dios, en relación con el calendario hebreo, las Fiestas del Señor y Su Plan profético, será clave para la restauración del pueblo de Israel dentro del río profético del reino de Dios!

Y como lo dije arriba, la restauración del tiempo de Dios nos permitirá edificar el puente necesario para la última restauración de los últimos tiempos: la restauración de Israel.

Retorno del pueblo de Israel
La restauración total y final del pueblo de Israel está profetizada claramente en la carta del apóstol Pablo a la iglesia en Roma (¡y esto no es casualidad!), que en el capítulo 11 dice:
"Pero yo pregunto: ¿Será que los israelitas, al tropezar, cayeron definitivamente? ¡De ninguna manera! Al contrario, debido a su transgresión vino la salvación a los gentiles, a fin de provocarlos a celos.  Y si su transgresión ha servido para enriquecer al mundo, y su caída, a los gentiles, ¿cuánto más lo será su plena restauración?

Hablo a vosotros, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,  por si en alguna manera pudiera provocar a celos a los de mi sangre y hacer salvos a algunos de ellos,  porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?  Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.  Si algunas de las ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo,  no te jactes contra las ramas; y si te jactas, recuerda que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.

Tal vez dirás: «Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado.»  Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Así que no te jactes, sino teme,  porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad, pues de otra manera tú también serás eliminado.  Y aun ellos, si no permanecen en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar.  Si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más estos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?"

Y el apóstol continúa explicando el proceso de restauración, tanto para gentiles como para los judíos:
"No quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.  Luego todo Israel será salvo, como está escrito:
«Vendrá de Sión el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad.
Y éste será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.»

Así que en cuanto al Evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de sus padres,  porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Como también vosotros erais, en otro tiempo, desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos,  así también estos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia,  pues Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos."

Prestemos atención a la declaración apostólica que dice que "el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.  Luego todo Israel será salvo".

Personalmente creo que estamos cerca a este tiempo de "la plenitud de los gentiles", y por eso se hace imperiosamente necesario que conozcamos y entendamos el tiempo de Dios, para que podamos estar preparados para la restauración espiritual que Él quiere traer para Su pueblo Israel.

Si entendemos el tiempo de Dios podremos entender Su Plan profético para las naciones, y el proceso que Él ya inició para perdonar, limpiar y restaurar definitivamente a Israel e instaurar Su reino sobre las naciones desde Jerusalén, tal como lo profetizó el profeta Daniel (Dn. 9:24):
"Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos."

Y como Pablo cita al profeta Isaías (Is. 59:20):
«Vendrá de Sión el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad.
Y éste será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados


Así que, una vez que se cumpla "la plenitud de los gentiles" (Mt. 24:14; Lc. 24:45-47) y la restauración final de Israel, entonces la Segunda venida del Señor y la instauración de Su reino desde Jerusalén estará a la vuelta de la esquina.

Entiendo que el tema es por demás fascinante y muy pertinente para nuestros días, pero por razones de tiempo debo terminar aquí, para no agobiar la capacidad de análisis de mis lectores, y en algunos casos fieles discípulos dentro de este entrenamiento de intercesión profética.

En la próxima entrega compartiré las crónicas de intercesión en la Puerta de Grecia.  Si desea continuar con la próxima entrega, haga click aquí.

Nota:
Si desea leer un estudio amplio de la influencia pagana actual en la practica de festividades "cristianas", le recomiendo el siguiente artículo (escrito originalmente en portugués) "El origen de las fiestas paganas y cómo fueron adoptados en el mundo occidental"
Si tiene el buscador de Google Chrome podrá usar la función del traductor online.


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2 comentarios:

  1. Excelente Blog hermano, enseñanzas como estas fueron las que una vez me acercaron a su entendimiento, ya que compartimos claramente el mismo parecer espiritual, lamentablemente la carne que en nosotros lucha por apartarnos de la sana doctrina influencio en algunos desacuerdos que tuve de algunas opiniones suyas, lo felicito de verdad que ELOHIM continué Bendiciendole.

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  2. Gracias hermano Francisco! Dtsbm cada día. Sigamos creciendo en el Señor en todo.

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