17 de julio de 2012

LA CIUDAD DEL ÁGUILA II

LA  CIUDAD DEL ÁGUILA
Breve Historia de la ciudad de L'Aquila
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero

En la Primera parte de este tema comparto cómo el Espíritu del Señor me guió, junto con mi equipo misionero, a interceder por la ciudad del Áquila (L'Aquila en italiano).  Si desea comenzar leyendo esa primera crónica, puede hacer click aquí.

Ahora en esta segunda entrega, antes de proseguir con las crónicas de nuestra intercesión en la ciudad del Águila, quiero compartir una muy breve y resumida historia de la ciudad del Águila (L'Aquila en italiano), que nos va a introducir ligeramente a esta interesante y enigmática ciudad.

HISTORIA OSCURA CON FUTURO BRILLANTE
Mapa antiguo de L'Aquila
No es mi interés, y estoy seguro que ni el de mis lectores, embarcarnos en un estudio exhaustivo sobre los orígenes de la ciudad; pero puedo decir aquí que por ahora, al escribir esta entrega, conservo dos versiones sobre el origen o la fundación oficial de la ciudad.

Una versión "oficial" amparada por el gobierno de Italia y soportada por la "santa sede" en Roma, que es a la que se le ha dado mayor promoción; y la otra versión, un poco más conspirativa y que riñe con los intereses políticos, económicos y religiosos del Vaticano entonces y también ahora...

Ambas versiones sobre el origen de L'Aquila coinciden con su remoto pasado, aún hasta la Era del Bronce y su relación con la orden de los Cistercienses y la de los Templarios.

La versión "oficial", dice que fue el rey Conrado IV, hijo del rey Federico II, quien fundó la ciudad entre los años 1254 a 1266.  Conrado IV tenía sobre sí, como era costumbre en la época, varios títulos reales: era rey de Jerusalén, de Alemania y de Sicilia.

Pero el padre y el abuelo de Conrado IV no gozaron de la simpatía del papado, pues su familia la casa de Hohenstaufen de Suabia, reñía con los intereses políticos, económicos y religiosos de Roma.

La versión "conspirativa", dice que fue realmente el padre de Conrado IV, el rey Federico II (1194-1250), quien con un proyecto ambicioso fundó la que sería conocida como la capital de los Abruzos, pero con miras a destronar la importancia geo-política y religiosa de la capital del papado: Roma.

Así que, con Federico II El Águila nacería como la antí-tesis de Roma.  Y esa sería la razón por la cual no hay registros oficiales debidamente firmados ni sellados en los archivos históricos de la ciudad.  Y la causa, por la cual, las "autoridades oficiales" han optado por darle la autoría de la fundación de la ciudad al hijo de Federico II y no a él mismo, pues éste perseguía un sueño imperial de crear una "Nueva Roma", que evidentemente amenazaba las ambiciones hegemónicas que el Vaticano pretendía para la época.

Federico II, que no solo era el archienemigo de los poderes enquistados en Roma, también había participado en las cruzadas en Tierra santa, quiso que su nueva ciudad, su "Nueva Roma", tuviera como modelo la Ciudad santa: Jerusalén.

En su libro "la Revelación del Águila" (versión original en italiano: "La Rivelazione dell 'Aquila" ), Luca Ceccarelli  y Paolo Cautilli dicen que Federico II "luchó toda la vida siguiendo el sueño de gobernar un gran imperio unido bajo el emblema de una “Nueva Roma”, es decir, de fundar una nueva capital en el corazón del imperio con una sede papal adjunta, para dar forma a su visión del Estado ideal: el replanteamiento del concepto de un Sacro Imperio Romano revitalizado y reconstruido en un estado laico que unificara a todos los pueblos y que, a diferencia del primero tuviera fundamentos espirituales más que políticos y económicos; un estado auténticamente sagrado y auténticamente imperial que habría hecho realidad el antiguo sueño de un reino celestial en la tierra. Un único gran Estado-Iglesia que paralelamente empuñara la espada del poder temporal e hiciese cumplir libremente las leyes espirituales sin necesidad de intermediarios con El Divino (una decisión inquietante para Roma), una seria amenaza que repercutía sobre la supremacía de aquellos pontífices que durante la edad media fueron los más politizados de la milenaria historia vaticana".

Ese parece ser el futuro brillante que el rey suabio Federico II tenía en mente y que posteriormente su aliado religioso, el monje Pedro Angeleri (1215-1296), luego conocido como el papa Celestino V, luego llevaría a cabo, con la colaboración más tarde del rey Conrado IV.

NUEVA ROMA Y NUEVA JERUSALÉN
La verdad es que la ciudad del Águila trae consigo un pasado y presente muy secreto y enigmático, que como hemos visto, parte desde sus mismos orígenes, pero que el Rey de las naciones, le ha placido poco a poco revelar, para que Su pueblo, en especial aquellos que interceden día y noche delante de Su trono, puedan adquirir ciencia, inteligencia y sabiduría, que puedan usar en sus oraciones, para desbaratar los planes del reino de las tinieblas que todavía sigue operando tras los reyes y reinos de este mundo.

Si aceptamos que fue el rey Federico II y no su hijo, como el fundador de la ciudad del Águila, muchos secretos, enigmas y misterios, tanto pasados como presentes, comienzan a encajar.  Y de eso vamos a hablar en próximas entregas.

Pero por ahora, como mencioné arriba, podemos ver que hay una estrecha relación entre la ciudad con la orden Cisterciense o del Cister, la de los Caballeros del templo o Templarios y la creada por el papa Celestino V la de los Celestinos, todas ellas creadas o con gran influencia durante los siglos XI al XIII.  ¡Ya esto es un gran tema!

Federico II participó en la V cruzada (1217-1221) enviando tropas alemanas y él mismo en la VI cruzada (1228-1239), en la que logró coronarse como rey de Jerusalén, mediante una alianza y tregua con el sultán Al-Kamil. Y estos hechos suponen que el rey suabio tuvo contacto y profundas relaciones con la orden de los Templarios, que para esas fechas mantenían campañas militares en la zona; y también explica la razón por la cual él quiso que su "Nueva Roma" tuviera como modelo la Ciudad santa, la "Nueva Jerusalén".

Pero esta "Nueva Roma" y "Nueva Jerusalén" no sería muy fiel a las mismas de trasfondo judeo-cristiano conocidas por nosotros, sino que su diseño y fin obedecerían más a directrices esotéricas, cabalísticas, gnósticas, astronómicas, astrológicas y humanísticas. Y por lo tanto, como veremos en las próximas entregas, encontraremos dentro de sus muros, edificios, iglesias, catedrales, plazas y fuentes, la afluencia, no pocas veces abrumadora, del uso de símbolos, números, diseños y arquitectura ocultistas que, como cualquier talismán o amuleto, persiguen la invocación de fuerzas "cósmicas" o espirituales que le permitan alcanzar el diseño y propósito para lo cual la ciudad fue creada.

En esta entrega voy a mencionar cuatro de los misterios o secretos que guarda esta ciudad, pero reservándome su mayor explicación para próximas entregas:
1. El uso intencional del símbolo del águila
2. El uso intencional de la división de la ciudad en cuatro cuadrantes, formando una cruz en su interior.
3. El uso intencional de los números 8 y 9 en muchas de sus obras o construcciones.
4. La perfecta alineación de las iglesias en la ciudad con la constelación del Águila.

En próximas entregas seguiremos analizando estos y muchos otros misterios, que durante tiempos de intercesión el Señor ha puesto en mi camino y he tenido que descifrar, para deshacer con el poder de la sangre, del Espíritu y el Nombre de Jesús las obras de las tinieblas que predominan en los reinos de este mundo.

Si quiere continuar con la Tercera entrega, haga click aquí...

FUENTES CITADAS O CONSULTADAS:
http://it.wikipedia.org/wiki/Storia_dell'Aquila
Breve historia de L'Aquila
Federico II
Conrado IV
Celestino V
La orden del Císter
La revelación del Águila, por Luca Ceccarelli y Paolo Cautilli, Editorial Il Capoluogo, 2009
El misterio de la ciudad gemela

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